Parece mentira pero, después de las semanas de locura previas a la entrada definitiva en vigor del RGPD de modificaciones en webs, adaptaciones de textos y formularios y demás cambios apresurados, aún quedan flecos que pulir.
Por ejemplo, el formulario de registro de WooCommerce. ¡Maldita sea! Ni habría pensado en este formulario si no me hubiera preguntado uno de mis clientes del servicio de mantenimiento. El cliente está dando su email, así que hay que adaptarlo. Es más, ¡está creando una cuenta de usuario! Toca informarle con detalle de lo que haremos con sus datos.